Llicenciat en Medicina i Cirurgia per la Universitat de Barcelona i l'Hospital Clínic de Barcelona

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PLATJA D'ARO, BAIX EMPORDÀ
Llicenciat en Medicina i Cirurgia per la Universitat de Barcelona i l'Hospital Clínic de Barcelona . Publicació en revistes nacionals i internacionals de Psiquiatria i congressista tant en Congressos nacionals com internacionals. Premi Pascual Prats de l'Acadèmia de Ciències Mèdiques de Girona l'any 1979. Metge adjunt de Psiquiatria en el IAS- Centre de Salut mental del Baix Empordà

18 d’octubre 2022

LA SALUD MENTAL Y LOS CENTROS PENITENCIARIOS






La Sociedad conoce poco acerca de esta situación...que para nada es banal.

¿Tenemos a estos seres humanos como en un mundo aparte?

¿Nos hemos planteado..., en más de una ocasión, si los reclusos delinquen porque sí; o quizás puedan padecer algún trastorno psíquico que condicione el acto delictivo?

Mi intención es sacar a la luz, quizás no todas, pero sí algunas situaciones que "HAY QUE CONOCER"

La población penitenciaria tiene una serie de características específicas, que los hacen ser una población de riesgo; con una alta presencia de enfermedades físicas y trastornos mentales.

Los reclusos presentan peor salud que la población general; con mayor incidencia de enfermedades infecciosas como el VIH y el virus de la hepatitis C, así como altas tasas de enfermedad mental.
El consumo de diversas sustancias de abuso y los trastornos adictivos constituyen uno de los principales problemas entre la población penitenciaria.
Y es frecuente que muchos delitos, incluso los violentos, sean cometidos por personas que habían consumido previamente drogas o alcohol.

Se dispone de informes fiables de diversos países, que indican que la frecuencia de los trastornos mentales graves en la población encarcelada es "5 a 10 veces superior que la de la comunidad"

Se ha observado que el riesgo de padecer un trastorno psicótico, una depresión mayor o un trastorno grave de la personalidad, es mayor que en la población general.

En una revisión muy reciente sobre una muestra de 22.000 reclusos, de edad media de 30 años, con un 80 % de hombres y un 20 % de mujeres; pues un 6 % de hombres presentaban trastornos psicóticos, un 10 % depresión mayor; y el 65 % un trastorno grave de la personalidad y dentro de este último segmento el 47 % era un trastorno antisocial de la personalidad.
Para la población femenina, el trastorno antisocial se presentaba con cifras de un 21 %. Por lo que hace a los trastornos psicóticos y los depresivos, su porcentaje era similar al de los hombres.
También se observa que en un 90 % de los reclusos con un trastorno mental grave, como los ya citados; había una coexistencia de los mismos" con el abuso de sustancias".

Un 20 % reconoció al menos un intento autolítico durante su vida.

Quizás muchos de Uds. se preguntarán que tratamiento se ofrece en los centros penitenciarios de España.

El tratamiento debe enfocarse en los factores asociados a la conducta delictiva.
Hay que promover la capacitación en habilidades cognitivas que ayuden a las personas a reconocer los errores de juicio que conducen al abuso de drogas y a la conducta adictiva.

En el momento de la clasificación inicial del penado o penada, hay que elaborar "UN PROGRAMA INDIVIDUALIZADO DE TRATAMIENTO".

- La desintoxicación debe efectuarse bajo estricto control médico y de enfermería.
Solo suprimiendo el consumo, podremos acceder a una adecuada valoración de otros trastornos mentales.

- Por supuesto, deben tratarse los problemas" Físicos" de estos pacientes que con mucha frecuencia presentan problemas vasculares, estados de malnutrición e infecciones diversas.
También se ofrecerán las vacunas oportunas.

- Los trastornos comportamentales, no deben atribuirse de forma exclusiva al consumo de drogas.
Muchos reclusos, antes de su ingreso, se han visto inmersos en reyertas y pueden haber sufrido, en más de una ocasión, traumatismos craneoencefálicos que pueden haber generado focos neurológicos irritativos, sobre todo a nivel de los Lóbulos frontales y/o temporales y ello se traducirá en comportamientos alterados.

-EN TODOS LOS CASOS EL TRATAMIENTO DEBE SER REVISADO REGULARMENTE-

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LA CONTINUIDAD DEL TRATAMIENTO TRAS LA OBTENCIÓN DE LA LIBERTAD es esencial para aprender a manejar situaciones que podrían conducir a una recaída, aprender a vivir sin drogas en la comunidad y desarrollar una red de apoyo libre de drogas.

LAS PERSONAS QUE COMPLETAN EL TRATAMIENTO EN PRISIÓN Y CONTINÚAN CON EL TRATAMIENTO EN LA COMUNIDAD TIENEN MEJORES RESULTADOS, SIENDO NECESARIA LA COORDINACIÓN CON LOS SERVICIOS SOCIALES Y SANITARIOS COMUNITARIOS.

Vuelvo a recordar, que debemos conocer más y mejor todo aquello directa o indirectamente relacionado con el mundo penitenciario.

En nuestro pensamiento se encuentra la llave de una auténtica libertad.....


Aplicable para todos.

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